El bloqueo emocional es una barrera que nos ponemos a nosotros mismos en un momento dado y que nos impide pensar y sentir con claridad para movernos por la vida. Así, y a pesar de que todos podemos ser víctimas de esta realidad psicológica en algún momento, la verdad es que la mayoría de las veces no sabemos cómo gestionar dichas situaciones.
A menudo, se nos olvida que la comprensión de cada cosa que experimentamos requiere que pase primero por el refinamiento de nuestro universo emocional. De este modo, cuando sufrimos una decepción, cuando nos equivocamos, nos hacen daño o perdemos una oportunidad es común dar paso a un bloqueo para no tener que “vivenciar” el dolor de esa emoción negativa a la que va asociada este tipo de eventos.
Algunas personas pueden llevar su vida con normalidad, pero en un momento dado perciben que algo falla. Unas pueden desarrollar sus tareas en el ámbito laboral sin problemas, sin embargo a la hora de relacionarse o de establecer una relación afectiva emerge el bloqueo.
“Una emoción no causa dolor. La resistencia o supresión de una emoción causa dolor”. -Frederick Dodson-
Procesar nuestras experiencias y las emociones asociadas es clave de bienestar y salud. Si no lo hacemos, sin actualizamos este tipo de eventos, quedamos atrapados, limitados, vetados. Estamos ante un mecanismo de defensa muy común y la raíz de muchos trastornos de ansiedad y otros problemas psicológicos que debemos saber reconocer y gestionar.
Bloqueo emocional: señales de advertencia.
El bloqueo emocional puede derivar en un bloqueo mental. La persona pierde agilidad cognitiva, presenta problemas para concentrarse, tomar decisiones, mantener la atención… Son situaciones altamente angustiantes que suelen cronificarse en el tiempo. Así, un hecho que no debemos perder de vista es que cuando una persona percibe que está bloqueada mental y emocionalmente, el sentido de la vida se desvanece.
Cuando esto ocurre, cruzamos ya esa línea de seguridad en la que es casi imposible mantener el optimismo. El riesgo de desarrollar una depresión es elevada, así como cualquier trastorno de ansiedad u otros problemas. Expertos en el tema como el doctor Brett Ford, profesor de psicología en la Universidad de Toronto, nos explica en uno de sus estudios que una clave esencial para evitar y lidiar con estos estados es aceptar las emociones negativas.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]No hay que negarlas, esconderlas o bloquearlas. La aceptación es el principio de la liberación. Veamos por tanto cuáles son las señales de advertencia más comunes asociadas a un bloqueo emocional.
Síntomas de un bloqueo emocional:
- La evitación de actividades o eventos por miedo a hacerlo mal o no saber qué decir.
- El nerviosismo continúo.
- El temor a ser rechazados.
- La falta de motivación.
- Los sentimientos de envidia.
- El agotamiento físico y mental.
- Hacer ver que determinados problemas no tienen importancia.
- Procrastinar.
- Cambios en los hábitos de sueño y alimentación.
- Dolores musculares, infecciones, defensas bajas, cefaleas (síntomas psicosomáticos).
¿Por qué se produce un bloqueo emocional?
Las causas que pueden provocar un bloqueo emocional pueden ser muchas, pero frecuentemente encontramos sentimientos de miedo e inseguridad, acompañados de un fuerte complejo de inferioridad.
El trastorno postraumático también aparece relacionado en muchos casos.
Para eliminar un bloqueo emocional es importante deshacernos del pensamiento negativo y enfocar las situaciones desde una visión más optimista. Cuando las emociones son positivas nuestra mente se desbloquea y nos volvemos más creativos, naturales y espontáneos.